jueves, 8 de octubre de 2015

Atropellando ciervos por Wisconsin

Sí querido lector has leído bien, he atropellado a un ciervo. Bueno, técnicamente yo no lo he atropellado, pues yo no conducía, pero lo viví en primera persona y esta es mi forma de contarlo.

Gabi y yo en el partido antes de atropellar al ciervo

Tal vez pienses que esté es el final de la historia, pero esto se remonta a unas dos horas antes. Era viernes, y como en todos los viernes fuimos al partido que era a 1 hora de Menomonie. El padre del novio de mi hermana nos iba a llevar pero al final hubo un problema de última hora y el novio de mi hermana era el que conducía. El partido resultó ser desastroso para nuestro equipo. Perdimos y estábamos algo desanimados, pero la noche parecía que iba a acabar de una forma tranquila. Volveríamos a Menomonie, y cada uno cogería su coche y conduciría hasta casa. Nadie pensó que 45 minutos más tarde nos pararía la policía por ir demasiado rápido, o que una hora después atropellaríamos a un ciervo. Así es la vida, justo en la noche en la que menos te lo esperas es cuando atropellas a un ciervo las nuevas experiencias llaman a tu puerta.




Kayla, Gabi y yo en Rice Lake
La mascota de mi instituto es un caballo


Por si te lo estabas preguntando, sí, matamos al ciervo. Y ninguno de nosotros está orgulloso de ello. ¿Pero qué puedes hacer si un ciervo se planta en mitad de la carretera y cuando vas a frenar ya es demasiado tarde? No puedes hacer nada contra eso. Por cierto, también destrozamos el capó del coche. Sinceramente, cuando ocurrió todos estábamos en shock. Nadie podía creer lo que acababa de pasar. Hace 30 segundos que habíamos dejado a la policía atrás para volver a casa, y de pronto nos chocamos con un ciervo. Frustración, miedo y angustia, eran algunas de las sensaciones que podíamos notar en el ambiente, sin siquiera decir una palabra. El mismo oficial de policía que hacía 30 segundos nos había parado, fue el que nos ayudó con el ciervo, y nos dice "Vaya... ¡Esta no es vuestra noche!". Así que todos le mirábamos como: "dime algo que no sepa".





Fue una noche de primeras veces. Primera vez que nos para la policía y primera vez que me choco con un ciervo y primera vez que lo mato. Sí, queridos amigos, esto es Wisconsin, estas cosas pasan 24/7, y ¿sabéis qué? Puede que no fuera la mejor experiencia en el momento, pero sé que esto es algo que voy a recordar por el resto de mi vida. Por lo tanto, Wisconsin estoy preparada para todas las experiencias que me aguardan.

¡Saludos desde Wisconsin!

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